Jafra, también conocido como Jafre del Garraf, es hoy en día un pueblo fantasma en el que, según la leyenda, en su cementerio, murió una niña. Dicen que su alma nunca ha descansado tranquila y que, a veces, su imagen cruza la plaza del pueblo. 

La población de Jafra se encuentra en el macizo del Garraf, a 189 metros sobre el nivel del mar, entre Castelldefels y Sitges, en la provincia de Barcelona. El pueblo está documentado desde el año 1139. La iglesia aparece documentada desde el año 1332. La última reparación de la misma, según consta en la fachada, es del 1850. 

La parte que nos incumbe de misterio remonta a la historia de una familia de origen austríaco, que se instaló en una masía cercana a Jafra. Esta se llamaba El Maset de Dalt y de Baix, hoy en ruinas. El matrimonio buscaba el aislamiento porque, al parecer, sus hijos sufrían una enfermedad en la piel. Por eso no los dejaba salir de la masía, ni permitía que nadie los visitara. Para facilitar la vida de sus hijos en aquel solitario lugar, mandó construir un jardín que se convirtió en un enorme laberinto de árboles y arbustos.

Una vez instalados y tiempo después la madre dio a luz a su cuarto hijo. Una niña llamada Melinda, lamentablemente la madre murió como consecuencia del parto.

Al poco de morir la madre, los hijos empezaron a morir, posiblemente por la enfermedad de la piel que sufrían, aunque no se sabe el motivo. El padre empezó a comportarse de una manera extraña. Tenía miedo de que su única hija también muriera.  Cierto día la niña corría por el jardín perseguida por su padre y de repente cayó al interior de un pozo, desapareciendo para siempre.